Etapa 5

Esta etapa ya nos da un descanso a nivel de km. por recorrer. Consta de 22 km. y es bastante llana, pero tenemos que afrontar bastante asfalto, y como todas las etapas que se acercan a una gran ciudad conlleva tramos de urbanizaciones y un polígono industrial, pero eso no debe desanimarnos, pues los pueblos por donde discurre la etapa son muy bonitos, además nos espera el premio final; Ourense como capital termal. Esto lo explicaremos un poco más adelante. 

En esta etapa, sí que no tenemos que preocuparnos por el avituallamiento, pues casi se puede decir que es la etapa de todos los caminos donde más bares vamos a encontrar. Algunos dicen que se puede encontrar un bar o un restaurante cada 2 km. o incluso en tramos en mucha menos distancia. Casi podemos decir que es una etapa gastronómica. También tenemos que tomar todas las precauciones, pues esta etapa tiene muchos km. por viales de mucho tráfico, así como el cruce de un polígono industrial, pero pasado el polígono nos encontramos con la vía del tren que tenemos que cruzar. ¡Ojo! Mucha precaución. Cuando llegamos a Ourense podemos ir al albergue o elegir entre la mucha variedad de ofertas, pero el lugar donde está el albergue, parte alta de Ourense, nos enseña las vistas de casi toda la cuidad, además de que el albergue es parte del Convento de San Francisco, en otro tiempo cuartel militar y ahora en fases de recuperación. Merece la pena visitar el claustro. 

Una vez descansados de la etapa aconsejo varias visitas. La primera a la Catedral y recrearse viendo el Pórtico del Paraíso como un anticipo del Pórtico de la Gloria cuando lleguemos a Santiago. ¿Cual es más hermoso? 

Cada uno que vea y opine. Toda la Catedral es para  pararse, pero ojo, hay que pagar entrada. Yo recomendaría hacer un día de descanso en Ourense por ser la mitad del Camino Sanabrés y visitar las termas. En el centro de la ciudad, no podemos dejar de visitar las Burgas, manantiales de agua que salen de las entrañas de la tierra a la temperatura de 68º, por lo que hay que tener cuidado y no poner la mano en los chorros de agua caliente. 

En la parte superior hay una piscina donde se pueden tomar baños de agua medicinal para recuperarnos del cansancio sin salir de la ciudad.Pero hay más lugares termales donde uno puede disfrutar durante todo el año, ya sea en las termas de pago o gratuitas. Estas están a lo largo del río Miño, siendo la más famosa las Termas da Chavasquiera, a las que podemos unir las Termas do Muiño o las Termas de Outariz. En todas ellas nos podemos imaginar la época romana y disfrutar del merecido descanso.