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El denominado Camino Francés es la vía más popular y también la más transitada por los peregrinos desde el comienzo de las peregrinaciones a Santiago. En él confluyen varios caminos que vienen desde Europa. Recibe a miles de peregrinos y cada año van en aumento llegando peregrinos de más de 150 países. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, así como Calle Mayor de Europa, podemos decir que es un símbolo histórico de unidad europea y poco a poco de unidad mundial, si no oficialmente, si entre los peregrinos que lo recorren, sea este o los diversos Caminos que hay en España.
Dentro de España, el Camino denominado Francés, comienza en los Pirineos, teniendo a Roncesvalles como una de las localidades emblemáticas dentro del las peregrinaciones jacobeas. Un Camino que trajo a lo largo de los siglos, atraídos por la fe cristiana, el desarrollo y las nuevas ideas europeas, dejando permanentemente su huella en el desarrollo con nuevas ideas artísticas, culturales y de pensamiento, así como el desarrollo económico a muchos pueblos que sin el Camino, el progreso sería mucho más lento. A él se unen otros Caminos, como el Primitivo, el Aragonés y el de La Vía de la Plata entre otros.
Tuvo a lo largo de los siglos años de bonanza y años de completo abandono u olvido, pero las huellas perduraron y como un ave fénix volvió a resurgir con fuerza en las tres últimas décadas de la mano de grandes entusiastas por el amor al Camino.
A finales del siglo XX, destaca un hombre sobre todos en la labor del resurgimiento del Camino. Este hombre, y sacerdote del casi abandonado pueblo en aquel momento de O Cebreiro, no es otro que Elías Valiña Sampedro, que toma el olvidado testigo de siglos pasados de abandono del Camino por parte de políticos y la Iglesia, y se transforma en un nuevo Quijote para recuperar la memoria del Camino y poner en valor en lo que creía.
Él es el primer voluntario del nuevo y viejo Camino, Él tira del carro necesario para transmitir lo que hoy conocemos algunos como la “Llamada del Camino”
Luego muchos aportaron el trabajo para conseguir la mejora del Camino actual, unos aportaron más y otros menos, pero todo es necesario.
El nuevo Camino Francés alentado por este gran hombre, hizo que despertara la memoria aletargada de la Iglesia, así como la de los políticos y de todas partes surgieron nuevos Caminos olvidados y que hoy son rutas para miles de peregrinos. Puede casi decirse que el Camino es el lugar de la sencilla pero gran unidad europea, la unidad de sus gentes sin fronteras.
Este Camino que cruza el norte de España de Este a Oeste es actualmente un motor económico para los pequeños pueblos por donde pasa, pueblos que vuelven a estar en el mapa gracias al Camino, pueblos que siempre tienen que recordar que todo, o una gran parte, se debe a este gran sacerdote y hombre llamado Elías Valiña Sampedro.
Entra el Camino en Galicia por O Cebreiro, pueblo de alta montaña convertido en un lugar casi de culto para los peregrinos que saben que es un lugar donde el Camino se vuelve distinto, se vuelve peregrino, un lugar donde se puede sentir de manera distinta la “Llamada del Camino”
Transcurre el Camino Francés en Galicia por una de las rutas más hermosas del rural gallego, O Cebreiro, Triacastela, Sarria, Portomarín, Palas de Rei, Melide, Arzúa... tantos pueblos que mejor caminar y conocerlos. Sus gentes, su naturaleza, sus monumentos, su historia. Todo para prepararnos la llegada al lugar deseado por todo peregrino: Santiago de Compostela.